Donald Trump Jr. asegura nunca trabajó en estados financieros de su papá

 

NUEVA YORK  — Donald Trump Jr. testificó el miércoles que nunca trabajó en los estados financieros de su padre, documentos que son pieza central del juicio civil por fraude que amenaza al imperio de bienes raíces del expresidente Donald Trump.

El hijo mayor del exmandatario es vicepresidente ejecutivo de la Organización Trump y ha sido administrador de un fideicomiso creado para mantener sus activos mientras su padre estaba en la Casa Blanca.

Por lo menos uno de los estados financieros anuales incluía la leyenda de que los administradores del fideicomiso “son responsables” del documento. Pero Donald Trump Jr. dijo que no recordaba haber trabajado alguna vez en las declaraciones financieras y que no tenía “conocimiento específico” de ellas.

La demanda gira en torno a si el expresidente y sus negocios engañaron a bancos y aseguradoras al inflar su patrimonio neto en las declaraciones financieras. Tanto él como otros acusados, incluidos sus hijos Donald Jr. y Eric, niegan haber cometido alguna acción indebida.

Trump Jr. dijo que firmó las declaraciones como fideicomisario, pero había dejado el trabajo en manos de contadores externos y del entonces director de finanzas de la empresa, Allen Weisselberg.

“Tenía la obligación de escuchar a las personas con conocimiento a fondo de ese tipo de cosas”, señaló el hijo de Trump.

“No estuve trabajando en el documento, pero si ellos me dicen que es preciso, con base en su evaluación contable de todos los materiales”, comentó, “estas personas tenían un conocimiento a fondo increíble y confié en ello”.

Trump Jr., el primer miembro de la familia en testificar, tiene previsto volver al estrado el jueves. Después lo hará su hermano y también vicepresidente ejecutivo de la Organización Trump, Eric Trump. Y el lunes lo hará su padre, el patriarca de la familia, fundador de la compañía, expresidente de Estados Unidos y líder en los sondeos para obtener la candidatura republicana rumbo a las elecciones de 2024.

La hija de Trump, Ivanka, quien fungió como ejecutiva de la Organización Trump y asesora de la Casa Blanca, tiene previsto subir al estrado el 8 de noviembre. Sin embargo, sus abogados apelaron el miércoles el fallo del juez Arthur Engoron de requerir su testimonio.

La fiscal general de Nueva York, Letitia James, presentó la demanda en la que se alega que Donald Trump, su empresa y altos ejecutivos —incluidos sus hijos Eric Trump y Donald Trump Jr.— conspiraron para exagerar su riqueza en miles de millones de dólares en los estados financieros, los cuales se entregaron a bancos, aseguradoras y otros para garantizar préstamos y hacer negocios.

El expresidente ha dicho que el caso es una “farsa”, una “estafa” y “la continuación de la mayor cacería de brujas de todos los tiempos”.

James es demócrata, al igual que Engoron, quien dictaminó antes del juicio que los estados financieros de Trump eran fraudulentos. El juez ordenó que un administrador designado por el tribunal tome el control de algunas de las empresas de Trump, lo que podría despojar al expresidente y a su familia de propiedades tan emblemáticas como la Torre Trump, aunque un tribunal de apelaciones ha impedido que la orden entre en vigor por ahora.

“Deja a mis hijos en paz, Engoron”, escribió Trump en una publicación en su sitio Truth Social el miércoles, antes de que el tribunal entrara en sesión.

Engoron decidirá el caso actual; el juez ha dicho que la ley estatal no permite un juicio con jurado en este tipo de demandas.

AP

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